Es más frecuente, de lo que parece, y fácil que se derrame una copa de vino tinto sobre nuestro mejor mantel, y suelen ser resistentes a los lavados.
Pues un truquito, para solucionarlo, que me ha mandado una amiga y que os cuento es:
Verter un buen puñado de sal, sobre la mancha y después (sin retirar la sal), a lavarlo como lo hagas habitualmente y saldrá sin esa impertinente mancha y listo para un nuevo uso.
Evidentemente el truco sirve para cualquier prenda.
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Nosotros hemos comprado para estas fiestas un mantel resinado y es una maravilla, jiji. Asi que me apunto el truco para cuando usemos el de tela. Un beso!
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