Si os gusta el cordero, y que os quede con esa capa crujiente y tostadita por fuera y jugoso por dentro, solo tenéis que seguir el siguiente truquito:
Rocía el cordero, con un poco de vinagre de vino al meterlo en el horno, también si quieres puedes rebajar el vinagre con un poco de agua.
No te preocupes porque no se notará el sabor del vinagre, ya que se evapora con el calor. Te aseguro que da resultado, porque yo cuando aso una pierna de cordero, lo utilizo.
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Un placer conocer tus blogs. Me quedo también por aquí.
ResponderEliminarUn beso