Pasa siempre que cuando preparamos albóndigas, tanto al amasar la carne, como al darle forma, se nos pegan en las manos, pues con este sencillo truco, ya no os pasará más:
Solo tienes que humedecerte las manos, con agua, y problema resuelto.
¡ Que ricas!
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Aquí vengo a aprender truquillos, ha sido una muy buena idea querida Nela, un blog de este tipo siempre viene pero que muy bien.
ResponderEliminarAbrazos amiga, y muy feliz semana